3. Unión de los caminos
Estaba
ya amaneciendo y el sol salía entre las montañas, era precioso aquello, ojala
pudiera llegar a aquellas montañas algún día y ver a las criaturas que allí
habitaban. Había hecho el campamento en una cueva recogida, era perfecta para
dormir. Dentro de poco llegaría a la aldea, así que me puse en marcha.
Mientras
caminaba me di cuenta como los animales del bosque me observaban, ¿también
ellos me tenían miedo?, lo que esperaba es que los gnomos me aceptaran y no me
tuvieran miedo porque entonces sí que iba a tener un problema.
¡Ahí
estaba! Ya la veía era la aldea de Carg, el amigo del abuelo.
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Cuando
me desperté pensé que Grown y Carg habían sido solo parte de un sueño, pero
pronto me di cuenta de que no. Grown me trajo un rico desayuno de frutas y
cereales, no sabía muy bien que frutas eran pero me encantaron.
Estábamos
Grown y yo hablando sobre la marcha hacia el pueblo elfo, ya que los dos
estábamos muy emocionados, Grown por que nunca había ido solo hasta allí y yo porque
nunca había visto un elfo; de repente,
todos miraron hacia la puerta y formaron como un pasillo, yo me levante
y puse a Grown en mi hombro para que viera mejor.
En la
puerta había… ¡un elfo!; era alto, un poco más que yo, tenía el traje azul oscuro, la capa negra y
una espada increíble, parecía de cristal. Al principio no pude verle bien la
cara porque estaba preguntando a un gnomo, pero cuando se giró casi me caigo al
ver la belleza de su rostro, su piel era clara y tenía unos ojos profundos,
azules oscuros que parecían dos lunas, su pelo era blanco azulado con melena. Deduje
que tendría mi edad o un poco más, por sus rasgos.
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Llegue
a la puerta de la aldea me quede unos minutos pensando si entrar o no entrar y
cuándo me di cuenta la mitad de la aldea me observaba, “pero mira que eres bobo
Rowland, eres un elfo, ¿qué pretendías pasar desapercibido?” Entre en la aldea
y me agache junto a uno de los guardias gnomos para preguntarle por Carg, me
dijo que le encontraría en la última casa. Me levante y me puse andar entre los
gnomos que me miraban y una humana… ¡¿una humana!?, ¿Qué hacía allí una humana?
Y además no parecía una humana normal, por sus ropajes. Me quede admirado por
su belleza, tenía el pelo castaño dorado que le llegaba a los hombros, sus ojos
eran verdes, su piel era muy clara; no me imaginaba que los humanos eran tan
hermosos, aunque seguro que la mayoría prefieren a los elfos por su belleza, yo
prefería a aquella humana.
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Todavía
estaba atontada al ver al elfo, menos mal que Grown me despertó, me dijo que
era un elfo lunar y al que sus padres habían mandado con su abuelo por los
poderes que tenía distintos a los elfos lunares, me dijo que su abuelo era
Elías, el amigo de su padre, el que teníamos que visitar.
Nos
dirigimos hacia la casa de Grown para informar a Carg sobre lo sucedido. Cuando
llegamos nos llevamos una sorpresa al ver al elfo allí, me quede paralizada, no
podía moverme, ¡era un elfo!, ¿qué le iba a decir? Grown me dio una pequeña
patada con la que pude reaccionar y acercarme.
-Hola
Kayla, quiero presentarte a alguien, este es Rowland –dijo Carg señalando al
elfo- es el nieto de Elías, resulta que Elías ha muerto asesinado y Rowland ha
venido a pedir ayuda para encontrar a los asesinos.
Rowland
se giró y me tendió la mano, me quede como una estatua, ¡me estaba tendiendo la
mano un elfo! La acepté.
-Encantado
de conocerte Kayla, me ha contado Carg de dónde vienes y quien eres, me ha
contado que te gustaría conocer todo esto y yo voy a viajar por muchos sitios
de aquí, ¿te gustaría venir con migo?
¿Y
ahora que contestaba?, claro que me gustaría ir con él, me encantaría… pero
casi no me atrevía a darle la mano ¿qué iba a pasar cuando viajásemos juntos y
tendría que hablar con él?
-Sí,
claro que me gustaría viajar con tigo ¿y cuál es tu objetivo?
-Acabar
con los asesinos de mi abuelo.
-Te
acompañare encantada.
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Eran
las palabras más amables que me habían dicho en mucho tiempo, que no provenían
del abuelo, “te acompañare encantada”, eran unas palabras simples pero que me
llenaron por dentro y por fuera, nadie había sido tan amable conmigo y me había
tratado tan bien. Le conté mi historia y me apoyo en todo momento, hablamos
durante horas, me hablo sobre su mundo y junto a Grown compartimos historias.
Grown
convenció a su padre para acompañarnos en el viaje, así que empezamos aquella
madrugada nuestro camino.
Carg
me contó que había una secta de elfos oscuros que llevaban tiempo amenazando al
abuelo, querían alguna información del abuelo y que no consiguieron. Iba a
averiguar qué información era y para que la querían, iríamos hacía las cuevas
del norte, donde estaba el territorio de estos elfos. Allí averiguaríamos todo
lo que podríamos, pero me daba la sensación de que habría muchas aventuras de
por medio.
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